El cuarto jueves de noviembre cada año, los estadounidenses
celebran el Día de Acción de Gracias (Thanksgiving
Day). En el que se rememora el agradecimiento que los primeros colonos de
Estados Unidos dieron por las cosechas conseguidas en el año y por la convivencia
pacífica con los nativos de aquellas tierras. Con el correr del tiempo, y
gracias a la globalización y las telecomunicaciones, esa tradición se ha ido
conociendo en otras latitudes y en muchos lugares se celebra, aunque no sea
parte de las tradiciones oriundas. En mi caso particular, ya he escrito otros
años que es una fecha y conmemoración que aunque nada tiene qué ver con
Guatemala, tiene un trasfondo que me encanta. El dar gracias es la
manifestación más elocuente de un alma madura y consciente de su lugar en esta
tierra. Por esa razón es que yo sí conmemoro el cuarto jueves de noviembre de
cada año, la cena de acción de gracias. Desde hace varios años invito a varios
de mis amigos íntimos a compartir unas viandas propias de fin de año (preparo
pollo porque no me gusta el pavo –chompipe,
en guatemalteco-). Este año no será la excepción, y como las veces anteriores,
he pedido a quienes asistirán que piensen en las razones por las que deben dar
gracias por este año 2015, ya que ese será el tema de conversación en la mesa,
luego de la oración de gratitud al Creador. En mi caso, por cada día de este
año tengo miles de razones por las cuáles agradecer. Dios ha sido
misericordioso y me ha permitido vivir, ha cuidado a los míos y me ha hecho
rico con las amistades que tengo. A cada miembro de mi familia debo agradecerle
el amor que me demuestran. El hecho de saber que están ahí y de amarme a pesar
de conocer lo mejor y lo peor de mí me hace admirarlos porque no soy una
persona de fácil trato. A mis amigos, esa familia que elegí, les agradezco por
llenar mi existencia con momentos memorables. Sus palabras, sus abrazos, sus
mensajes de whatsapp, sus llamadas telefónicas me dan la certeza de que existo.
A mis compañeros, jefes y subalternos de trabajo les agradezco por ser parte de
mis días y por crecer y avanzar conmigo. A quienes leen este blog les agradezco
el tiempo que me dedican. // Sin duda alguna, el acto de agradecer debería ser
una moda que deberíamos imponer. Si hay gente que sucumbe a otras
celebraciones, ¿por qué no adoptar el dar gracias, no solo el cuarto jueves de
cada noviembre, sino todos los días? Y no importa si hacemos una cena o una
fiesta, o si servimos chompipe o frijoles. Lo importante es el acto de
agradecer. No sabemos si nosotros o las demás personas que modelan nuestro
mundo morirán hoy o mañana y nos quedemos con palabras que quizá quisimos
decir. Hoy los reto a poner de moda el agradecimiento. Hoy, vamos con todo…
Muy interesante la información, muy bonito tu mensaje de agradecimiento, gracias por hacerme parte de él. Yo tengo mucho que agradecer y a quienes agradecer, pero lo que más agradezco es la vida que Dios me regala cada día por que con ese regalo tan maravilloso me da la oportunidad de ser quien soy, de lograr mis metas, de amar y que me amen, de ayudar y pedir ayuda, de poder sevirle a Dios...gracias Padre Jehová Dios.
ResponderEliminarMuy interesante la información, muy bonito tu mensaje de agradecimiento, gracias por hacerme parte de él. Yo tengo mucho que agradecer y a quienes agradecer, pero lo que más agradezco es la vida que Dios me regala cada día por que con ese regalo tan maravilloso me da la oportunidad de ser quien soy, de lograr mis metas, de amar y que me amen, de ayudar y pedir ayuda, de poder sevirle a Dios...gracias Padre Jehová Dios.
ResponderEliminarme uno al acto de agradecer. Desde el nacimiento, hasta el momento en que partamos, debemos agradecer a Dios y a todas(os ) que de alguna manera han coincidido en mi viaje de la vida. Gracias por ser un ejemplo a seguir en todos esos bellos pensamientos que nos comparte. Laura Rebeca Lirrayes
ResponderEliminar