El 18 de abril de 1978 Dios me proveyó de un regalo
maravilloso: mi hermano. No puedo dejar
de decir que amo a toda mi familia y que cada quien tiene un lugar importante
en mi corazón. Pero hoy, particularmente, quiero referirme a Otto. Han pasado
ya 37 años desde que nació y aún recuerdo lo gordito que era. Sin duda alguna,
podía definirse como un bebé hermoso, en todo el sentido de la palabra. En la
infancia, yo lo molestaba mucho, pero siempre me sentí responsable de él. Ya
tengo 41 años, y creo que mi vida estaría incompleta sin él, porque además de
mi hermano es mi confidente y mi amigo. Puedo confiar en él al 100%./ Hoy, 9 de
noviembre de 2015, se cumplen 14 años de la noche en la que recibí una llamada
telefónica donde nos informaban que acaba de sufrir un accidente de tránsito.
Quien llamó, no nos dio referencia de si estaba vivo. Por la forma en la que
quedó el vehículo en el que iba, todo mundo dice que el hecho de que haya
sobrevivido fue un milagro. Mi hermanito pasó 3 largos años en cama,
recuperándose. Nunca lo vi deprimido. En ese tiempo aprendió alemán viendo
programas educativos en la televisión. Soportó estoicamente el suplicio que le
tocó vivir en el hospital y luego en casa. Hoy vive conmigo. Y casi solo nos vemos los fines de semana.
Sin embargo, considero que soy un hombre afortunado por tenerlo. Cuánta gente
sería feliz de tener un hermano tan fabuloso como él. Dicen que es muy enojado
(pero quién en mi familia no lo es?), lo molestamos porque le decimos que es “el
nene consentido” de mi mamá. Es desordenado y mal hablado. En las fiestas de
fin de año es quien quema los fuegos pirotécnicos con mi sobrino y quien reúne a
la familia para elevar una oración. A pesar de su mal carácter sigue siendo un
niño. Cada semana santa, desde hace más de 30 años recorremos las mismas calles
y tradiciones que hacíamos con mi difunta abuela. Él me ha visto llorar y reir.
Le cuento secretos y sé que los guarda muy bien. El hecho de que Dios lo haya salvado hace
14 años me hace valorarlo mucho. Él me ha dado un ejemplo de valentía y
gusto por la vida que pocos tienen. A veces me reprende y me hace recapacitar.
En otras ocasiones nos peleamos y discutimos. Somos 2 hermanos./ El tiempo pasa
como un parpadeo. Hemos vivido muchas experiencias juntos y sé que en el futuro
habrá otras aventuras… En esta noche de reflexión muy personal doy gracias por
él. Otto me ha enseñado a ir por todo!!!
Como de verían ser los hermanos son un ejemplo. Bendiciones!!!!!
ResponderEliminarUn gusto saber de ambos, me uno a vos para dar gracias por la vida de un amigo como Otto y sin ánimo de corregirte, pero porque lo conozco, puedo decir que no es enojado, aunque intente serlo... jejeje.
ResponderEliminar