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Law, People & Happiness

viernes, 9 de enero de 2015

Día 3: Secreto número 1 Ser Fiel



La fidelidad es un concepto que generalmente se asocia con las relaciones sentimentales. De esa cuenta se dice que entre los cónyuges o entre los novios debe haber un código de conducta mediante el cuál uno le es “fiel” al otro, es decir que voluntariamente aceptan que no deben involucrarse con otras personas. Sin embargo, la fidelidad es un término que etimológicamente es muy interesante porque se desprende de la misma familia del latín que da vida a la palabra Fe, y que en su forma más amplia significa lealtad a otra persona. Partiendo de todo esto, es fácil inferir que el secreto número 1 de Daniel y Jackie tiene qué ver con ser leales a las personas que son importantes para nosotros. Esa lealtad se magnifica cuando tenemos bien claras las prioridades en nuestras vidas. Así, primero deberíamos ser leales a Dios (en la forma en que nuestra fe nos mueva), en segundo lugar ser leales a nosotros mismos, y en tercer lugar ser leales a los demás. Esa priorización tiene una razón lógica de ser. Si no logramos ser leales con el Creador, nuestra parte espiritual es pobre y eso repercute en cómo interactuamos en la vida. Ser leales, según nuestra fe, nos permite tener un sostén emocional y vital. Esto ha sido demostrado mediante varios estudios de universidades estadounidenses que han sido citados por Gretchen Rubin en su libro The Happiness Project . La lealtad a uno mismo, significa darse tiempo para crecer, para hacer las cosas que a uno le gustan y para cuidarse. Eso, naturalmente necesita un equilibrio: no hay qué ser narcisista ni masoquista. Cuando tu fe hace que tu parte espiritual esté bien, y lográs ser fiel a vos mismo y a tus propias convicciones, entonces tus relaciones con los demás son sanas. Podés lograr ser leal a los demás porque en lo esencial has logrado serlo. Ser fiel a otros es la consecuencia de la fidelidad a Dios y a vos mismo. Si por acción, palabra u omisión no sos fiel a tu pareja o a quienes amás, es porque quizá no has logrado ser fiel al Creador o a vos mismo. En tus manos está alcanzar la realización. Si a la fecha no has priorizado tu vida, cualquier día es un excelente momento para volver a comenzar y ordenarte. Una fe que te sustente, una vida plena y una relación sana con los demás son metas posibles cuando lográs decidirte a dar el primer paso. ¿Lo harás?

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