Emprendiendo

Law, People & Happiness

lunes, 8 de junio de 2015

Día 16: Momentos Maravillosos (2)

El Podcast

Las cosas cotidianas van cobrando sentido y valor a medida que se comparten y que forman parte de las historias que se entrelazan. Hoy más temprano estaba preparándome un sándwich mojado (una de las tantas recetas que aprendí en mi curso de cocina) y me puse a recordar las noches de los últimos 18 meses, cuando mi rutina era preparar cena para dos. A veces era muy cansado porque era el corolario de jornadas agotadoras, pero los minutos que venían cuando nos sentábamos a la mesa y nos veíamos comer eran poéticos. Ahora, a la distancia me doy cuenta de que esos segundos eran trascendentes. En muchas ocasiones he afirmado que la vida está compuesta por instantes y esos recuerdos lo confirman. Ayer mi hermano estuvo desaparecido por varias horas, y estuve muy angustiado, pensé lo peor. Y mientras el reloj caminaba lentamente, recordé las veces que le cambiaba pañales cuando era pequeñito, y aquellas ocasiones en las que salíamos a mojarnos con mi mamá cuando llovía muy recio. Ayer me di cuenta de cuánto amo a mi hermano. Los momentos te hacen crecer. Mientras estás viviéndolos no dimensionas lo importante que cada minuto es. Generalmente es hasta que han pasado que los valoras. Estoy en un proceso de duelo por la ruptura de una relación sentimental. Yo extraño esos momentos y estoy seguro que esa nostalgia no es compartida por quien me abandonó. Sin embargo, no guardo rencor, a pesar de las palabras hirientes y las acusaciones sin fundamento. Todas las noches oro a Dios pidiendo protección por quien me regaló dos años intensos. Dos años que persistirán en mi memoria como tiempo valioso. Desde joven he creído que cuando das amor nunca salís perdiendo, porque si sos correspondido es extraordinario, pero si no es así  al menos crecés en ese sentimiento que hace que valga la pena vivir. Hoy estoy frente a una hoja en blanco que ya tiene muchas letras, y las imágenes de aquellas noches cuando cenábamos no dejan de pasar por mi cabeza como una película sin final. El ruido de la lluvia se encarga de agregarle más nostalgia a la noche. Estoy seguro de algo: Esos instantes me hicieron feliz.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario